Tradición y oralidad desde Isla Navarino

Durante el mes de julio, tanto en DUOC UC, como en el Museo Nacional de Historia Natural y el Centro Cultural Estación Mapocho, tuvo lugar un importante encuentro: la visita desde Isla Navarino, de José González Calderón, cultor de canoas y navegante del Cabo de Hornos; de Luis Gómez Zárraga, profesor del Liceo Donald McIntyre, ambos pertenecientes al pueblo yagán; y el antropólogo Maurice Van de Maele, quien habita en Puerto Williams desde hace más de 30 años y fuera el primer Director del Museo Antropológico Martin Gusinde, hoy Yagán Usi.

Crédito foto: gentileza Duoc UC, Sede Pdre Alonso Ovalle

El encuentro se enmarcó en las actividades organizadas por DUOC y la Fundación Gusinde en torno a la exposición Gusinde: Historia de una Huella, que se encuentra en exhibición en el Centro Cultural Estación Mapocho desde el 24 de mayo, Día de los Patrimonios, hasta el 27 de julio próximo. Esta exposición nació producto de los talleres del mismo nombre, dirigidos a la comunidad estudiantil y que tuvieron lugar en distintas sedes de DUOC, con distintos colaboradores y en vinculación con el medio. En ellos, los participantes tuvieron la oportunidad de conocer en profundidad el diálogo intercultural, resultado del encuentro entre Gusinde y los tres pueblos fueguinos durante sus cuatro expediciones a Tierra del Fuego y el Archipiélago del Cabo de Hornos, hace poco más de 100 años.

Foto: Fundación M. Gusinde, en Museo Nacional de Historia Natural

Tanto entonces como ahora, a través del diálogo y la narración oral, los asistentes a las actividades tuvieron acceso a preciados conocimientos y a la cosmovisión de los yaganes. La oralidad ha sido herramienta fundamental para transmitir la sabiduría ancestral de los diversos pueblos en el mundo, y los yaganes, kawésqar y selk'nam no son la excepción. Hoy nos vemos enfrentados al desafío de que tales conocimientos y tradiciones sigan siendo transmitidos de la manera más exacta y confiable posible, sin abandonar la oralidad en un mundo que la ha sustituido por la lectoescritura. Es paradójico pensar que, actualmente, incluso necesitamos leer antes de poder narrar. No podemos olvidar que aún hay conocimientos que se continúan transmitiendo verbalmente, y no por no estar escritos carecen de sabiduría, erudición y entendimiento.

Foto: Fundación M. Gusinde, en Centro Cultural Estación Mapocho

En esta ocasión, escuchamos historias familiares sobre educación, formación y navegación, la forma en que se construye una canoa, la profunda conexión y significancia que tiene el mar para los yaganes, y del gran conocimiento del clima de la zona. Reflexionamos también respecto de cómo continuar transmitiendo tales tradiciones, que no son testimonio de un pasado caduco, sino de una fuerza viva que anima, alimenta e informa el presente. Lejos de implicar la repetición de lo que fue, la tradición supone la realidad de lo que perdura. Se trata de un patrimonio que se recibe a condición de hacerlo fructificar, antes de transmitirlo a los descendientes (Igor Stravinsky, 1952).

Texto: María Fernanda Moletto Rössle, encargada de Cultura y Archivos Fundación Gusinde.