Ese fue el enérgico llamado a la conciencia patrimonial que hizo hace más de un siglo el científico Martín Gusinde al gobierno chileno.
Tres valiosos arcos -perteneciente al importante legado del etnólogo- fueron donados al MAMG de Puerto Williams, cuenta el ex-alumno del Liceo Alemán y colaborador de la FMG, Roberto Peralta Martinez.
Por Carolina Abell
Entre 1918 y 1924 Martín Gusinde, sacerdote-investigador, antropólogo y etnólogo alemán, recorrió nuestras tierras australes inspirado por una meta más que misionera, científica. Entonces, recorrió a pie y, a veces, en mula, la agreste Tierra del Fuego. Quería conocer a sus habitantes ancestrales: Yaganes (Yámana), Selk’nam (Onas), y Alacalufes (Kawésqar). Cuatro expediciones le bastaron para establecer vínculos, en especial, con los yaganes y Selk’nam. Admirado por sus culturas advirtió al gobierno chileno: “¡Urge salvar lo que queda todavía!”.
Gracias a la respetuosa conciencia cultural del investigador, los fueguinos originarios convivieron largos períodos con él. Tiempos compartidos que le sirvieron para inmortalizar sus cantos y costumbres, ceremonias y ritos sagrados registrados a través de bellos y cuidadosos registros etnográficos, fotografías y discos de cera que aún se conservan junto a una herencia fotográfica cercana los mil 200 negativos de nitrato y placas de vidrio de relevante valor patrimonial.
Además de escribir reportes, Gusinde coleccionó objetos que han sido conservados hasta hoy por la Congregación del Verbo Divino. En 2019, el Liceo Alemán regaló a Chile (MAMG), dos arcos fueguinos y, en octubre de 2019 -gracias a gestiones de la Fundación Gusinde, el MAMG recibió la donación de un tercer arco “de enorme belleza y valor cultural”, contó el abogado Roberto Peralta.
-¿En qué estado se entrega la pieza?
-Impecable. La belleza y calidad de su tallado permiten pensar que fue hecha por un ebanista, es perfecta.
Los arcos serán exhibidos tras la actual remodelación del MAMG que dirige su director, el sociólogo Alberto Serrano Fillol.
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